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Eusebio de Cesarea, el reconocido historiador judío de la antigüedad judeo - cristiana, hacia el siglo IV hablando de la naciente comunidad cristiana menciona a un tal Ignacio de Antioquía y lo califica como “el hombre más célebre para muchos todavía hasta hoy, segundo en obtener la sucesión de Pedro en el episcopado de Antioquía y que la Tradición refiere que éste fue trasladado de Siria a la ciudad de Roma para ser pasto de las fieras, en testimonio de Cristo”. (Historia Eclesiástica III, 36).
Ignacio (S. I - II), obispo de Antioquía, mártir, testigo y amigo ardiente de Jesús, condenado a ser devorado por las fieras en Roma, fue un varón apostólico y escritor sin igual. Con un matiz tan personal, Ignacio tuvo la feliz idea de escribir cartas a las iglesias cercanas y sus pastores; su voz no ha dejado de resonar a lo largo de los siglos. A la Iglesia universal nos ha dejado un ilustre testimonio de fe sellado con su sangre y su palabra. Sus cartas son de una importancia excepcional; vivas y elocuentes palabras de un varón lleno de fe y de amor a Cristo y a la Iglesia.
El presente trabajo nació de un personal interés en la Vida y Cartas de San Ignacio, en el Curso - Seminario de Interpretación de Textos Patrísticos, durante los años del Bachillerato en Teología. Pretendo presentar a este hombre santo que, viviendo su fe cabalmente, no temió dar su vida en nombre de Cristo. A todos nos ha dejado una gran enseñanza: el significado y valor de la fe cristiana es de tal importancia que trasciende las coordenadas histórico – temporales hasta dar
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la vida por ella. La fe de Ignacio en Aquel que le dio la vida, colma toda su ser y hace que también él entregue su vida por Cristo.
El martirio es una prueba de fe. Sin embargo, es una prueba cuya respuesta se forja a lo largo de los años y depende de la profundidad en que haya arraigado la fe en la propia vida, no es una simple decisión de momento. Hoy, muchos cristianos viven una fe a su manera, otros la practican de vez en cuando, ¿cómo responderían estas personas cuando les llegue el momento crucial del martirio?
Solo una persona con un amplio conocimiento y sólida experiencia de su fe puede salir victorioso en este momento. Esto se deja traslucir en los escritos y vida de San Ignacio de Antioquía. Su fe en Cristo le dio sentido a su vida hasta llegar a entregarla.
Espero que con el presente trabajo, fundamentado en el testimonio de San Ignacio, valoremos más nuestra fe cristiana y nos mantengamos – como dice el Apóstol- “firmes en la Fe” (1 Cor 16:13).
En el Primer Capítulo se describe el planteamiento, descripción y formulación del problema, asimismo los objetivos tanto generales como específicos, justificación e importancia del estudio
En el Segundo Capítulo se define el marco teórico – conceptual, que comprende los antecedentes del problema, la extensa base teórica que es el corazón de la tesis y definiciones de términos básicos.
En el Tercer Capítulo se describe la metodología, que incluye el tipo de investigación y el método. Se incluye una encuesta breve que sirve de punto de partida y ayuda a enriquecer la investigación.
Finalmente en el último apartado, señalaré las conclusiones e ideas fundamentales que se pueden extraer de este estudio. Espero que esta investigación, responda de algún modo a aquella recomendación de Benedicto XVI en su homilía sobre los Padres de la Iglesia: “el «realismo» de Ignacio es una invitación para los fieles de ayer y de hoy, es una invitación para todos nosotros a lograr una síntesis progresiva entre «configuración con Cristo» (unión con Él, vida en Él) y «entrega a su Iglesia». |
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